30 de julio, 2019 | Rossana Solorzano | Radio Tele
(EXCELSIOR).- Renato Poblete, un emblemático jesuita chileno que alcanzó alta figuración y falleció en 2010, fue durante 48 años un depredador sexual que en ese lapso abusó de 22 mujeres, entre ellas cinco menores de edad, según los resultados de una investigación dados a conocer este martes por la congregación.
Esta investigación comenzó (el pasado enero) gracias a la
denuncia (por delitos sexuales, abuso de poder y de conciencia) de la
señora Marcela Aranda y posteriormente recibió el testimonio de (otras)
21 mujeres más que sufrieron alguna experiencia de abuso sexual por
parte de Renato Poblete entre los años 1960 y 2008″, dijo en una rueda
de prensa el provincial jesuita Cristián del Campo.
Entre las víctimas mencionadas hay cuatro personas que
eran menores de 18 años cuando ocurrieron los hechos denunciados”,
precisó Del Campo respecto de los resultados de la investigación,
realizada por el abogado laico Waldo Bown.
Los demás casos se refieren a abusos sexuales de mujeres mayores de edad, “consistentes en un abordaje sexual inesperado y violento, en que intempestivamente se intenta besar y tocar a la víctima“, señala el texto dado a conocer por el provincial jesuita.
Fallecido a los 85 años, en febrero del 2010 a causa de un paro cardíaco, Renato Poblete fue entre los años 1982 y 2000 el capellán del Hogar de Cristo, una institución chilena de beneficencia pública, creada por San Alberto Hurtado el 19 de octubre de 1944.
En 2009, el sacerdote recibió de manos de la entonces presidenta Michelle Bachelet el Premio Bicentenario como reconocimiento del Gobierno a su trayectoria de servicio social.
La indagatoria del abogado Bown determinó que en el período 1960-2008, Renato Poblete mantuvo seis relaciones estables en un periodo de tiempo, y el investigador estimó “la existencia de aspectos abusivos en al menos cinco de ellas”.
En el caso de Marcela Aranda, que originó la investigación, todos los
hechos descritos por ella han sido considerados “plausibles y su relato
creíble”, dice el texto difundido por Cristián del Campo.
Agrega que abusos sexuales contra Aranda han podido ser corroborados con
otras evidencias, tales como patrones comunes de conducta del acusado y
testigos que confirmaron la relación que “existió entre la víctima y el
indagado”.
Respecto de tres abortos que Aranda denunció haber sido obligada por Poblete, “el investigador consideró que en al menos uno de ellos habría antecedentes que corroboran la participación de Renato Poblete“, indica el documento.
Agregó el provincial que, respecto de una denuncia de violaciones
grupales contra Aranda, “la investigación no conoció de otros casos de
abusos o violaciones de carácter grupal ni encontró antecedentes que los
pudieran corroborar”.
El testimonio de la señora Marcela Aranda ha sido
considerado plausible y creíble en su integridad y el hecho de que en su
declaración ella señala que estos hechos podrían considerar a otras
personas, personas vivas, presentaremos estos antecedentes a la brevedad
al Ministerio Público”, aseguró el provincial.
Subrayó que la investigación “ha demostrado de manera contundente que Renato Poblete abusó de manera reiterada, grave y sistemática, amparado en el poder que le otorgaba su condición de sacerdote, en el dinero que manejó de manera personal y en el prestigio que su labor apostólica le otorgó durante sus años como sacerdote”.
Somos conscientes de este grave daño”, añadió del Campo,
que comprometió la colaboración de la Compañía de Jesús con la justicia.
Según datos de la Fiscalía, hay 166 causas abiertas por abusos en el clero chileno, mientras las víctimas suman 248, de las que 131 eran menores de edad al sufrir los delitos.
En tanto, las personas relacionadas con la Iglesia que son investigadas suman más de 200, entre ellas 10 obispos, 152 sacerdotes, 9 diáconos, 15 laicos, 8 personas de las que no se dispone información y 27 pertenecientes a órdenes o congregaciones sin ser clérigos.
INFORMACIÓN E IMAGEN DE LA FUENTE: EXCELSIOR