26 de noviembre, 2019 | Sally Jaimes | Radio Tele
Sus
pasos la trajeron, por casualidad, al ITESO justo en el periodo de
inscripciones. Viviana Arce paseó por el campus, conoció
el programa de la Licenciatura en Derecho, aplicó y una vez que le
avisaron que aprobó el examen de admisión no lo pensó por segunda vez,
continuó el proceso y se mudó de La Paz, Baja California Sur.
Hace
un par de años Viviana Arce comenzó el recorrido en el ámbito de los
derechos humanos, en específico en la defensa de grupos
vulnerables. Hoy ya marcó un precedente para el estado al conseguir,
como representante legal y abogada de la organización Unión Diversa de
Jalisco, el registro de cuatro menores hijos de familias
lesbomaternales.
Ella
lo tiene muy claro: se trata no sólo de que se les reconozca como una
familia, sino de que también se les respeten sus derechos,
como el de tener hijos.
“Los
menores tienen derecho a seguridad social, y si no se los puede dar la
madre gestante tienen derecho a que se los otorgue
la madre no gestante, tienen derecho a las pensiones de orfandad, ¿qué
va a pasar si se divorcian? La otra madre también tiene obligación”,
explica la estudiante.
Viviana,
quien egresará de la Licenciatura en Derecho en diciembre próximo,
recuerda que en 2016 la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN) declaró discriminatorio al Código Civil del Estado de
Jalisco y le ordenó al congreso estatal modificar sus leyes. De eso ya
pasaron cuatro años y aunque en todo el país ya son legales los
matrimonios igualitarios, hay un vacío legal en cuanto
a la adopción y el registro de hijos e hijas.
No
legislar sobre este tema, afirma la estudiante, es arrebatarle a este
tipo de familias todos los derechos a los que deberían
tener acceso sin problemas. La realidad es que las madres de trillizas,
por ejemplo, acudieron a cuatro registros civiles en Chapala,
Tlaquepaque y Guadalajara; les negaron el servicio y un juez federal les
otorgó un amparo para que a las niñas se les brindara
atención médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El caso se dio a conocer en medios de comunicación y, cuenta Viviana, a Unión Diversa de Jalisco le llegó el caso de otra pareja
que atraviesa la misma situación.
“Acudimos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para interponer una queja, tanto por el caso de las trillizas como por otro
menor y tres días después dicta medidas cautelares para su registro”.
Este
hecho no marcó el fin del vaivén de los casos. Viviana gestionó el
cumplimiento de esas medidas porque “aunque de la comisión
estatal las emita, la autoridad puede negarse a acatarlas”. De hecho,
Chapala y Tlaquepaque volvieron a reusarse a registrar a los menores.
El
Ayuntamiento de Guadalajara accedió y Viviana se encargó de verificar
que la terminología usada en el formato no fuera discriminatoria
y que tuviera certeza jurídica para que fuera válida ante otras
instituciones. “Revisar esas cuestiones del formato a lo mejor no
parecen tener relevancia, pero de fondo es muy importante nombrar las
cosas de manera correcta”, añade.
“Nos
pusimos a debatir cuál iba a ser el termino correcto, si se les iba a
decir tutoras o si se les iba a poner madre uno, madre
dos. Al final quedó como filiación porque en la relación de madres,
padres, hijos e hijas una filiación es el vínculo que se crea”.
El
menor obtuvo su acta de nacimiento el 15 de noviembre y las trillizas
cuatro días después sin que el congreso se haya manifestado
sobre el tema. Ellos son los primeros menores en Jalisco en registrarse
con el esquema de una familia lesbomaternal.
A Viviana ya la contactó otra persona en la misma situación, su hija tiene dos años y espera lograr el registro de otra menor de seis años quien fue registrada como hija de madre soltera.
“Esperamos que a raíz de toda esta situación se vengan en cascada más casos de los que ahorita tenemos registrados para darles certeza jurídica a los menores”, dice la estudiante.
Para
la próxima egresada también es importante que los menores ejerzan su
derecho de libre desarrollo de la personalidad “al saber
que crecen en una familia lesbomaternal y que es algo completamente
normal. El que las y los incluyamos en la sociedad y que implementemos
estas terminologías dentro de los códigos y de las instituciones es
importante”.
Lo
que más le sorprendió a la estudiante fue lo difícil que resultó la
negociación con las autoridades. “Lo complicado es que a
veces en una sociedad que es muy rígida, cómo explicarle que es otro
modelo de familia, que en México están reconocidos 19 modelos de familia
y que no es posible que como instituciones gubernamentales no se
capaciten en el tema”.
En el horizonte, la joven ve esperanza en su generación. “Está bien que seamos los jóvenes quienes vamos impulsando un cambio, a lo mejor judicializando los derechos, aunque ni siquiera tendríamos que pedirlo pues se nos deberían de otorgar por el simple hecho de ser humanos”.
Viviana está a dos de semanas de terminar su licenciatura en esta casa de estudios.
“Sé
que como abogada puedo dedicarme a una magnitud de cosas increíbles y
puedo cambiar realidades. En el caso de estas mamás que
tuvieron a sus trillizas, que eran prematuras y no podían brindarles
servicios médicos porque el Registro Civil les negaba el acta de
nacimiento, hoy se fueron contentas. Una de ellas lloró porque pudo
darles certeza jurídica a sus niñas. Mañana van a llevar
el acta de nacimiento al IMSS para que las niñas puedan ser atendidas.
Estos cambios que podemos lograr y esas transformaciones que a partir de
mi carrera puedo hacer, creo que son de lo que más importancia tiene de
todo este proceso que viví en ITESO. Y lo
que más valoro ahora al egresar”.