28 de abril, 2020 | Usuario Radiotele | Radio Tele
La cuarentena pareciera no tener fin; a nivel nacional se ha
declarado la fase 3 de esta pandemia llamada Covid-19 y las
consecuencias para los más pobres del campo y la ciudad empiezan a tomar
fuerza en todo el territorio nacional. No hay ventas en los negocios,
el campo se seca y los alimentos cada día escasean más en las mesas de
los hogares donde se hacinan padres, hijos, abuelos y nuevas familias en
dos o tres cuartos.
A pesar de que el gobierno estatal anunció
que echaría a andar desde el pasado 20 de abril un programa alimentario
para las familias más vulnerables, no queda clara la forma en como se
van a distribuir este apoyo y la pandemia sigue causando tanto pérdidas
humanas en la entidad, como económicas en los bolsillos de los
michoacanos; y el apoyo prometido aún no llega de forma eficaz.
Son
varios los testimonios de esta realidad desalentadora, en todos lados;
en el municipio de Zacapu, un vendedor de abarrotes, nos comentó que
desde que se declaró la cuarentena “eterna”, las ventas en su negocio
han ido disminuyendo día tras día: “ayer una señora llegó a comprar
cuatro rebanadas de jamón, dos jitomates y tres chiles verdes, y con eso
iba a hacer la comida para seis personas, nada más, porque era para lo
que le alcanzaba; yo aquí puedo fiarles a los vecinos, pero si me la
paso fiando, voy a terminar en la quiebra, ¿y luego cómo le voy a hacer?
No tenemos apoyo del gobierno, no se ve, pues”, mencionó.
Mientras
tanto, más al oriente de Michoacán, en el municipio de Maravatío,
varios habitantes de las zonas más apartadas de la cabecera municipal
comentan que prácticamente ya no tienen nada que comer en sus casas; es
especial, la señora Carolina Urbina Ávila, mujer viuda de 67 años que
vende quelites y nopales para sobrevivir expresó preocupación: “el
domingo me fui a vender a Ucareo y no vendí nada, ya casi no hay gente
en la calle, ni para el pasaje salió y para regresarme tuve que caminar,
son 26 kilómetros hasta mi casa”.
Testimonios hay miles, y todos
coinciden en que el gobierno, principalmente el encabezado por Andrés
Manuel López Obrador debe implementar un plan alimentario para ayudar al
pobre en situaciones como esta, que nunca antes se habían vivido, que
se regrese al pueblo un poco de los impuestos que todos los días durante
decenas de años se han recabado, porque el Covi-19 aún tardará mucho en
desaparecer y sin apoyos para los más vulnerables durante lo que dure
la cuarentena, si no mueren por el virus, morirán de hambre.