22 de marzo, 2018 | Sara Martínez | Radio Tele
Intentar regular la información y el contenido en las redes sociales podría convertirse en censura.
Para generar políticas de combate a la desinformación es necesario un trabajo colaborativo entre las instituciones, la academia, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía, coincidieron autoridades electorales, académicos, comunicadores y especialistas en plataformas digitales que participan en el foro Mejorando la conversación electoral: alternativas para combatir la desinformación, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) en colaboración con el Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés).
La Consejera Electoral Adriana Favela Herrera, moderadora de la Mesa “Desinformación en las elecciones, lecciones del contexto internacional”, aseguró que desde el INE se respeta la libertad de expresión y se maximiza su ejercicio en redes sociales. Sostuvo que “es importante que se genere un debate y que la ciudadanía tenga un espacio para poder formular sus opiniones.”
Ante Daniel Arnaudo, del Instituto Nacional Demócrata; Nick Monaco, del Instituto para el Futuro de Inteligencia Digital; Rasa Nedeljkov, del Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad de Serbia (CRTA), y Gonzalo Navarro, de la Asociación Latinoamericana de Internet; Favela Herrera subrayó la diferencia entre el ejercicio de la libertad de expresión y la generación de noticias falsas, que tienen el objetivo de causar algún tipo de daño o una reacción concreta.
Daniel Arnaudo, Gerente de Programas del NDI, dijo que el combate a la desinformación es necesario “para tener una gobernanza más democrática y general”.
El Investigador del Instituto para el Futuro de Inteligencia Digital, Nick Monaco, sostuvo que la desinformación en el ámbito electoral busca desacreditar a determinados grupos políticos y a segmentos específicos, como es el caso de las mujeres en política.
El Director del Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad de Serbia, Rasa Nedeljkov, calificó a la joven democracia mexicana como una esperanza y un ejemplo a seguir en varias partes del planeta.
En seguida, Gonzalo Navarro, Director General de la Asociación Latinoamericana de Internet, expuso que las campañas de desinformación no son exclusivas de internet, ya que este fenómeno se había observado antes en los medios de comunicación tradicionales.
Advierten sobre los riesgos de caer en censura
En la segunda mesa: “Contrarrestando tácticas de desinformación en las elecciones en México”, los especialistas coincidieron en que intentar regular la información y el contenido en las redes sociales podría convertirse en censura.
Darle esta facultad a las autoridades, coincidieron, representa un gran riesgo, pues podría convertirse en el gran censor al determinar qué es falso y qué es cierto.
Vladimir Cortés, Oficial Adjunto del Programa de Derechos Digitales de Article 19; Carlos Bravo Regidor, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Claudio Flores, Coordinador del Comité de Comunicación del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública (AMAI); Ricardo Raphael, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la moderadora Keyla González, integrante del NDI, se pronunciaron a favor de proteger y regular el manejo de los datos personales.
En su participación, Claudio Flores dijo que los estrategas de las campañas políticas buscan ganar la elección sea como sea, lo que ha derivado en desinformación en las redes sociales.
Las plataformas en las redes sociales, agregó Vladimir Cortés, tienen una gran responsabilidad al permitir la difusión de información que carece de veracidad, aunque no asumen la responsabilidad y consecuencias que de ello deriven.
Por su parte, Carlos Bravo pidió a los usuarios de redes sociales que asuman su papel en la diversificación de sus portafolios de información, con el fin de contar con mayores opciones.
Finalmente, el investigador Ricardo Raphael subrayó que se está dando un deterioro vertiginoso de los medios de comunicación, frente a las redes sociales, ya que con la utilización de los dispositivos móviles hay más facilidad de informarse.