Hay varios síntomas de cálculos renales, que incluyen náuseas, dolor al orinar y necesidad de orinar con frecuencia. Estos síntomas, combinados con un examen físico y pruebas de imagen, pueden ayudar a determinar la causa subyacente. Sin embargo, si los síntomas persisten o desarrolla otros problemas de salud, debe consultar a un médico para analizar sus opciones de tratamiento. Estas son algunas de las causas y tratamientos más comunes para los cálculos renales. El tratamiento para los cálculos renales es generalmente similar tanto para adultos como para niños.
La causa más común de cálculos renales es el calcio y el fósforo. Beber té o café puede causarlos, pero beber jugos de frutas puede reducir el riesgo. Se sabe que los jugos de cítricos, pomelo y arándano reducen el riesgo de desarrollar cálculos. La sal también puede provocar la formación de cálculos. Evite tener un salero cerca de la mesa si padece una enfermedad renal y elija alimentos procesados con bajo o ningún contenido de sal en lugar de aquellos con alto contenido de sal. Las bebidas carbonatadas contienen ácido fosfórico, que puede provocar cálculos. Por suerte, el agua mineral no contiene ácido fosfórico, por lo que es segura para beber.
Las personas con cálculos renales tienen más probabilidades de desarrollar cálculos renales si siguen una dieta rica en proteínas, sodio o proteínas animales. Llevar una dieta rica en calcio y potasio puede ayudar a prevenir o reducir el riesgo de formación de cálculos renales. El exceso de peso y la resistencia a la insulina también pueden contribuir al desarrollo de cálculos renales. Además, las hormonas de una persona pueden provocar un aumento de calcio en la orina, lo que lleva al desarrollo de cálculos renales.
Además de evitar estos alimentos, los cálculos renales son más comunes en hombres que en mujeres y la incidencia de cálculos aumenta con la edad. Alcanza su punto máximo alrededor de los 60 años. Si tiene antecedentes familiares de cálculos renales, lo mejor es consultar a su médico de inmediato. Si los síntomas persisten se debe buscar atención médica inmediatamente. Un médico puede diagnosticar y tratar la afección si es necesario. Su médico puede recetarle un plan de tratamiento basado en sus síntomas específicos y sus antecedentes familiares.
El tratamiento de los cálculos renales depende del tamaño y la ubicación del cálculo y su ubicación. Es posible que se requieran análisis de sangre y análisis de orina. Si el cálculo causa dolor o hinchazón en los riñones, un médico puede realizar una resonancia magnética para determinar su ubicación exacta. Si el cálculo es causado por un problema médico, es posible que necesite cirugía. Otros tratamientos incluyen una dieta rica en calcio y magnesio y cambios en el estilo de vida. Independientemente de su causa, el tratamiento de los cálculos renales depende de la salud general de sus riñones y de su edad.
Un médico realizará un examen físico para determinar la causa de sus cálculos renales. Es posible que le recomienden medicamentos para romper el cálculo. El medicamento más común es la tamsulosina, que relaja el uréter y lo ayuda a pasar. Otros tratamientos incluyen medicamentos contra las náuseas y cirugía, que pueden ser necesarios si el cálculo tiene posibilidades de infectar su cuerpo. Dependiendo del tamaño del cálculo, el tratamiento dependerá de si el cálculo es grande o pequeño.
La mayoría de los cálculos atravesarán el cuerpo por sí solos, pero algunos pueden requerir cirugía. Algunos de ellos se disuelven en el cuerpo y son inofensivos. Otros, sin embargo, pueden ser peligrosos y requerir tratamiento médico. Un médico debe realizar un examen físico para descartar la enfermedad. Si los cálculos renales son la causa de sus síntomas, consulte a su médico de inmediato. Si tiene un cálculo, su proveedor de atención médica determinará el tratamiento adecuado para usted. Dependiendo del tamaño, el sitio de salud Incasol en México puede sugerir medicamentos para descomponer el cálculo.
Existen varios tipos de cálculos renales. Los niños suelen perder el conocimiento cuando están solos. Mientras que los cálculos grandes requieren cirugía, los cálculos pequeños suelen ser dolorosos y tendrás que extraerlos tú mismo. Dependiendo del tamaño y la ubicación del cálculo, es posible que el tratamiento no sea necesario si el cálculo desaparece por sí solo. Su médico puede recetarle analgésicos para aliviar el dolor. Un examen físico es el primer paso en el tratamiento de los cálculos renales. Algunos proveedores de atención médica pueden recomendar un tratamiento farmacológico.
Uno de los mejores tratamientos para los cálculos renales es la cirugía. Si el cálculo es grande, es posible que se requieran procedimientos quirúrgicos. Para realizar el procedimiento, su médico deberá aplicar anestesia general, que implica hacer una incisión de media pulgada y usar un telescopio rígido para romper el cálculo en pedazos más pequeños. Dependiendo del tamaño del cálculo, es posible que se requieran varias cirugías para extraerlo. A pesar de los riesgos de la cirugía, el procedimiento puede ser eficaz para eliminar el cálculo.