1 de octubre, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
Una ballena jorobada que había encallado en la costa atlántica argentina fue devuelta al mar por un grupo de rescatistas que trabajaron durante 28 horas hasta lograr su objetivo.
Más de 30 rescatistas lograron el domingo desplazar mar adentro al animal de siete toneladas empleando una retroexcavadora y una embarcación. El cetáceo había quedado varado el día anterior en la orilla de una playa del balneario de Mar de Tuyú, unos 330 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Los primeros intentos para devolver la ballena al agua habían sido infructuosos. El sábado se empleó una retroexcavadora para levantarla con una camilla y moverla para que quedara situada mirando hacia el mar y con la cantidad de agua suficiente para que pudiera flotar.
“Si bien la ballena flotó, no reaccionó cuando tuvo la oportunidad de nadar ya que no movió sus aletas pectorales ni la cola. El mismo oleaje la volvió a sacar a la orilla. No tenía la fuerza para impulsarse y salir”, explicó en un comunicado Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino y quien estuvo presente durante todo el operativo.
Los rescatistas confiaban que la pleamar de la noche empujaría a la ballena mar adentro, pero a primera hora del domingo el cetáceo estaba varado en la orilla y apoyado en la arena. “Dada la presencia del sol, lo mantuvimos húmedo y cubierto para evitar la hipertermia (aumento de su temperatura corporal)”, agregó Álvarez.
Finalmente, se apeló a una última estrategia consistente en ubicar cinchas debajo del pesado cetáceo para que una retroexcavadora pudiese moverlo a aguas más profundas.
Se sumó además una embarcación que logró arrastrar a la ballena para que pasara la rompiente. Una vez aguas adentro, recuperó sus fuerzas y logró nadar por sus propios medios ante la emoción de los rescatistas.
En el rescate participaron biólogos y técnicos de la Fundación Mundo Marino, guardacostas, guardavidas, jóvenes exploradores y voluntarios.
Las jorobadas son de las especies más reconocidas debido a su triangular aleta dorsal, ubicada en una especie de joroba, y sus acrobacias cuando saltan fuera del agua.
Con el vientre y cuello blanco, también son ballenas conocidas por sus cantos, realizados durante la época de reproducción. Se calcula que en el hemisferio sur hay unos 10 mil ejemplares.