23 de julio, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
En todo el siglo XXI no habrá otro que con una duración mayor, según la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos.
En sus diferentes fases, el fenómeno astronómico se desarrollará durante 3 horas y 55 minutos. En lo que respecta a su fase de oscurecimiento total, cuando toda la esfera queda opacada, los espectadores más afortunados podrán apreciar el fenómeno durante 1 hora y 43 minutos.
“Durante un eclipse lunar, la Tierra se interpone en el camino de la luz solar que alcanza a la Luna. Eso significa que durante la noche, la Luna llena se desvanece a medida que la sombra de la Tierra la cubre”, explica la NASA.
La noche del eclipse también se combinará con el fenómeno conocido como “luna de sangre”, nombrado así por el color rojizo que adquiere el satélite. Eso se debe al efecto visual que se genera cuando la luz solar se filtra en la atmósfera y se proyectan los colores anaranjado y rojo sobre la Luna.
Además, durante el eclipse del 27 de julio la Luna estará en su “apogeo”, que es el punto de su órbita en el que se encuentra más distante de la Tierra. Por eso el movimiento de la Luna será percibido más lento y permitirá disfrutar más.
El eclipse del 27 de julio será visible en su totalidad en la mayor parte de Europa, África, Medio Oriente, Asia central y Australia. En España, será visible desde todo el país en la fase ascendente de la Luna, con el punto máximo a las 22:21 hora peninsular (21:21 de Canarias). En Sudamérica será visible el eclipse penumbral, cuando la sombra de la Tierra oscurece la Luna pero no bloquea toda la luz.
En América Latina solo se podrá apreciar de forma parcial en el este de Sudamérica, como en las ciudades de Buenos Aires, Montevideo, Sao Paulo y Río de Janeiro.
En esas y otras ciudades cercanas será visible durante la salida de la Luna por el horizonte. Ahí será visible un eclipse penumbral, es decir, la sombra se proyectará sobre el satélite sin bloquear toda la luz. En cambio el eclipse no podrá ser visto en las regiones de Centro y Norteamérica.
La mejor ubicación para apreciar este fenómeno será la mitad este de África, Medio Oriente y Asia central.