8 de octubre, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
Durante décadas los visitantes al Parque Nacional de Yellowstone de Estados Unidos arrojaron basura el cráter del géiser Ear Spring como si fuera un bote de basura, pero en pleno 2018 el géiser no se contuvo y expulsó todo tipo de desechos: un lápiz, un vaso de plástico, un par de latas, tres colillas, un plástico en forma de oreja, un embudo y un montón de monedas.
Normalmente, agua caliente y rocas. Pero estamos en 2018 y de dentro de las entrañas del planeta, ¿qué iba a salir si no un montón de basura?
De acuerdo con Mike Poland, director del Observatorio de Volcanes de Yellowstone, este tipo de fenómenos no son “para nada anormales” para los géiseres del parque, ya que su reciente actividad geológica, en zonas de alta concurrencia, está aglomerando a mucho público.
La última explosión tuvo lugar en 2004, aunque mucho menor que la de hace unos días. Hay que remontarse hasta 1957 para encontrar una erupción de tamaño semejante.
El National Park Service (NPS) afirma que algunos objetos tenían un valor “claramente histórico”. Por ejemplo, hay un chupete de bebé que fecharía de la década de 1930, por lo que los guardias del parque de Yellowstone dejan claro que los géiseres no son un pozo de los deseos.
“Los objetos extraños pueden dañar los géiseres y los pozos termales. La próxima vez que Ear Spring erupcione, esperamos que solamente sean rocas y agua”.