20 de abril, 2020 | Sally Jaimes | Radio Tele
La vida de carencias entre la población más pobre de México ha estado
presente desde hace más de un siglo; más de 50 millones de mexicanos
viven en pobreza y 9.3 en pobreza extrema, eso significa que son
repetidas las ocasiones en que se van a la cama sin haber cenado, porque
no tienen más que para una comida al día.
Sumado a tal situación
el problema actual del coronavirus, que ya ha infectado en el país a
más de 8 mil personas y provocado más de 600 defunciones, la pobreza
cala aún más en los hogares que han afectado a quienes se han quedado
sin trabajo por la cuarentena que obliga a no salir a las calles sin
motivos de fuerza mayor; a quienes siguen exponiendo su vida en áreas
públicas esperando recibir un poco de los ingresos que obtenían
normalmente para poder llevar alimentos a la mesa o en el caso de los
campesinos, las afectaciones son igual de crudas, ya que muchos no han
podido vender la materia prima que siembran, pues el flujo comercial se
ha paralizado, dejando como consecuencia hambruna en las familias que
dependen de sus tierras.
En entrevista, Don Arnulfo Marcos Pérez,
campesino originario de la comunidad de Acachuén, municipio de
Chilchota, mientras limpiaba con ayuda del viento su cosecha de
janamargo (forraje), nos platicó un poco cómo han sido afectados.
Reportero. – ¿Cómo ve la situación aquí en la Cañada de los 11 Pueblos?
Don
Arnulfo. – Ahorita la situación está muy mal; los campesinos ya no
quieren trabajar en el campo porque no hay apoyo del gobierno.
R. – Y si usted decidiera dejar de trabajar aquí en el campo, ¿dónde trabajaría, qué otras opciones tiene para subsistir?
D.
A. – Yo también trabajaba en la albañilería, ocupaba a diez gentes,
pero ahorita con esta situación que hay del coronavirus, ya no hay
trabajo, todos se guardaron sus dineritos para la cuarentena y ya no nos
quisieron dar trabajo.
R. – Ya se aproxima la temporada para la siembra de maíz, ¿usted va a poder sembrar o cómo ve la situación?
D.
A. – A lo mejor vamos a dejar la parcela, porque no hay apoyo del
gobierno ni del municipio, de nada; como ahorita está muy caro para la
barbecha y todo eso, a lo mejor ya lo vamos a dejar.
R. – Y al dejar su siembra de maíz, ¿cómo le van a hacer para alimentarse? Sabemos que de ese medio dependen para comer.
D.
A. – Pues vamos a buscar, a ver dónde, porque ahorita no hay apoyos, no
dan despensa, no dan nada, y el gobierno no quiere que uno salga a la
calle, pero sin comida ¿cómo vamos a vivir?
Nos contó también que
tiene un hijo que, por falta de recursos económicos no pude entrar a la
universidad, por lo que sólo pudo terminar la preparatoria;
esperanzados a que aceptaran su solicitud para una beca, no logró
recibir nada.
“Aquí en la pobreza uno nace y se muere, el
gobierno hace muy poco por nosotros, si no nos morimos de hambre nos
podemos morir del virus y las ayudas hasta acá no llegan; estamos
alejados de todo, de la civilización, como dicen”, agregó.
Ante
el anunció del gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, de que
iniciará un plan alimentario para los michoacanos más vulnerables,
muchas familias esperan que el apoyo realmente llegue a los hogares que
carecen de despensa para todos los miembros, entre esas familias está la
de Don Arnulfo, pues tienen la incertidumbre de cómo van a sobrevivir
durante esta cuarentena al ya no ver viable la siembra de maíz, que era
su fuente de ingresos más fuerte; “bajo el sol y la sequía, los
campesinos debemos seguir buscando la forma de sobrevivir, el chiste es
no rendirse, sino resistir”, finalizó.