6 de noviembre, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
Expertos en ingeniería informática de la Universidad de Mánchester activó la supercomputadora neuromórfica más potente del mundo que, con su millón de microprocesadores interconectados, simula el funcionamiento del cerebro humano, así lo informaron a través del sitio web de la institución.
Después de 20 años en la concepción, más de 10 años en construcción y 15 millones de euros en financiamiento, hoy la máquina SpiNNaker alcanza su hito de 1,000,000 cores.
El nombre de la máquina es Arquitectura de Red Neuronal de Picos de Tensión (‘Spiking Neural Network Architecture’, en inglés) y tiene la capacidad para realizar 200 billones de operaciones lógicas por segundo gracias a sus circuitos integrados distribuidos entre 1,200 placas de circuito conectadas entre sí, detalla el portal Live Science.
La SpiNNaker, a diferencia de las computadoras convencionales, imita la arquitectura de comunicación cerebral basada en la emisión masiva de picos de señales electroquímicas paralelas.
De este modo, este sistema que imita estructuras neurobiológicas, se sirve de sus circuitos electrónicos de gran escala para enviar miles de millones de pequeñas porciones de información de manera simultánea a miles de diferentes ‘destinatarios’, similar a como trabaja el cerebro.
Diseñada para simular el procesamiento de la información de los sentidos en un segmento de la corteza cerebral, permitiendo, en particular, que un robot pudiera interpretar información visual en tiempo real y se desplazase hacia determinados objetos e ignorara otros de manera similar a la de los humanos.
Asimismo, los expertos lograron igualar el funcionamiento de los ganglios basales —la región del cerebro afectada por el mal de Parkinson—, de modo que esta simulación podría ayudar en el futuro en el desarrollo de tratamientos contra esa enfermedad.
“El SpiNNaker reformula completamente la manera en que trabaja la computadora convencional”, explicó Steve Furber, profesor de ingeniería en computación de la Universidad de Mánchester. “Esencialmente, hemos creado una máquina que trabaja de manera más parecida al cerebro”.