29 de noviembre, 2018 | Rossana Solorzano | Radio Tele
La Tiara Portland, una de las piezas más valiosas de la Casa Real Británica cuyo valor es incalculable, se encontraba en la galería Harley de Welbeck, Liverpool en Reino Unido, hasta el pasado 20 de noviembre, fecha en la que la abrían robado.
El robo ocurrió cerca de las 10 de la noche, justo cuando la galería cerró sus puertas; sin embargo, nadie esperaba que la mañana siguiente la pieza principal habría desaparecido.
Fue creada por Cartier para una ocasión muy especial de la época. Winifred, duquesa de Portland, la llevó en la coronación del rey Eduardo VII en 1902. Pero lejos de guardarla, quiso ponérsela más a menudo y sufrió un percance y se rompió en pedazos.
Tiempo después, la pieza sobrevivió y pasó a la siguiente duquesa, la nuera de Winifred, Ivy, que la llevó en otro gran momento de la historia de la realeza británica: en la coronación de la reina Isabel II en 1953.
Desde entonces, la tiara ha sido cuidada y vigilada no solo por el valor real que supone, sino porque además se trata de una pieza impagable.
La pieza central es un diamante del siglo XIX flanqueado por otros dos diamantes importantes en forma de gota y otros más pequeños engastados en oro y plata.
Al parecer, los ladrones han usado herramientas eléctricas para romper la caja de vidrio blindada y así poder llevarse la tiara, que cuenta con diamantes valorados en millones de euros. Pero no solo eso, también se llevaron un broche de diamantes que se encontraba en la vitrina junto a la otra pieza.